Fuenlabrada sorprende al Unicaja
Los focos del encuentro recaían sobre Saúl Blanco, hasta hace tres días jugador del Unicaja y hoy en las filas del Fuenlabrada, y como titular. Aunque quien se llevaría los honores sería Barton, hasta ahora con una temporada muy gris.Los locales partían con un juego interior muy mermado. Si aún no se ha encontrado un sustituto para el mexicano Ayón, el argentino Leo Mainoldi no superó la prueba previa al encuentro. Tuvo que ser Barton quien acompañara a Sené en la posición de pívot durante gran parte del encuentro.El Unicaja salió con fuerza, quería escaparse en el marcador desde el inicio. Estaba en juego ser líder momentáneo de la liga. Querían conseguir que los locales fueran a remolque desde el inicio. Pero nunca llegó a distanciarse en el marcador. Con un gran juego más allá de la línea de triple, y con un desconocido Barton, sólo obtendrían una ventaja de un punto al final del primer cuarto.
En el segundo cuarto, el perímetro local comenzó a funcionar en los lanzamientos lejanos mientras que el Unicaja perdía demasiados balones. Sené ya imponía sus centímetros bajo su aro. Y Laso, Vega y Fall cumplían cuando se les necesitaba. Consiguieron dar la vuelta al resultado para llegar al descanso con un 40-36 en el marcador. En el bando visitante sólo Freeland, Zoric, y Rowland en algunos tramos, mantenían el juego de su equipo, aunque se
veía lastrado por las demasiadas pérdidas que sufrían. |
| [Foto: Unicaja B. Fotopress/M. Pozo] |
A la vuelta del vestuario, los problemas del Fuenlabrada se acrecentaban. Sené, que no terminó el primer tiempo sobre la pista tras hacerse daño en la rodilla izquierda en una jugada, se volvía a caer de mala manera al poco del reinicio del encuentro. Se iba al banquillo y ya no regresaría a la cancha. Sin apenas hombres para realizar juego interior por parte del Fuenlabrada, y con una excelente dirección de Valters, el Unicaja conseguía un parcial de 2-10 al final del tercer cuarto y comenzaba el último cuarto con una ventaja de tres puntos.
Pero el Fuenlabrada necesitaba la victoria para seguir optando a disputar la Copa del Rey. En los primeros compases, impusieron un fuerte ritmo, anotaron de forma rápida y fácil desde la distancia y remontaron en el marcador, con una ventaja de cinco puntos, primero; y seis, después. En los últimos minutos, con un último arreón visitante, y algunos errores en la defensa permitieron al Unicaja acercarse en el marcador. Y si la victoria quedó en el Fernando Martín fue gracias a un tapón sobre la bocina de Barton a Rowland.
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